jueves, 11 de octubre de 2012

La incredulidad de Santo Tomás

Evangelio según San Juan, 20, 26-28

Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz con vosotros.»

Luego dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi
costado, y no seas incrédulo sino creyente.»

Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío.»


No hay comentarios:

Publicar un comentario